limonada

Sunday, October 18, 2009

semiotica de una lluvia

Entre estudio y estudio de signo, significados y significantes, me quedaba pensando en lo que observaba, olvidándome fácilmente de las teorías y los pensamientos precedentes que tuvieron afamados grandes observadores de la sociedad…. Y se esperaba a la Santa Rosa hace como una semana vió!

Desperté tipo 9a.m. y había solo había quedado ese perfume que la pachamama sola puede tener luego de haber sido regada…el sonido de la palabra LLUVIA (y se siente mejor si estiramos la palabra en lllluvvia). Paró. Volvió a llover un rato más a la tarde. Y Paró.

Estaba oscuro ya (22.43 para los numeroenfermos). Mi hermana me cuenta que la gata, Emma (sí, con doble eme), negra, larga, con ojos grande y amarillos, gata, mujer…había estado todo el día en la misma posición: acurrucadita, redondita, arriba del sofá que tiene una manta de lana a cuadros de colores (muy linda por cierto), al lado del balcón donde transita el aire con olor a humedad, con olor a aguas cercanas. Y sí…. comprendí por completo a Emma.

La atmósfera estaba un tanto especia (hablando de atmósfera, para los que estén interesados en el tema, mi hermanito juanchi, de 6 años, me confirmó que no existe atmósfera en otros planetas). Tic, tac, tuc, toc, tac, tic, tuc, toc…y cada vez más y más rápido…y todas las gotas juntas comenzaron a estrellarse contra el piso.

¡Llueve, sí, llueve! ¡Y que gotas más gordas! ¡Ay! ¡También caen pierdas! ¡Si, granizo! ¡Pero mira como llueve…qué loco! ¿Qué es lo que parece loco? ¿Qué nos sorprende? Nunca conocí a una persona que sepa el número exacto de veces que vió llover. En fin. Todavía sigo sin saber que es lo que sorprende tanto. Pero en realidad hay algo que me resulta mucho más sorprendente:

Cada vez que ocurra, nos seguiremos sorprendiendo de ver al agua caer del cielo…oler la formula del perfume, sentir las gotas en las palmas de las manos, sentir el cuerpo mojado, la cabeza mojada, oír la velocidad con que caen las gotas y golpean la calle, el vidrio, el toldo, los techos de chapa, el viento con agua… y saberla, sabor “aguas del paraíso”. Abrir la boca y sacar la lengua.

de paZ gallo

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